miércoles, 22 de febrero de 2012

EDITORIAL

Nuestro país cuenta con diversos y exquisitos platos en cada una de sus regiones que son el orgullo de sus habitantes. El hombre del campo migra a la ciudad trayendo consigo un amplio repertorio cultural expresado, entre otras manifestaciones, en su arte, su música... y su gastronomía.
Lima Norte posee el importante legado gastronómico del Perú y sus provincias, secretamente guardado en restaurantes, fondas,  huecos, carretillas y una diversidad de pequeños espacios populares, casi familiares, que sin mucha ostentación, presentan un derroche de sabores de casa, elaborados al momento y de la manera más sencilla.
Estos espacios  han existido desde siempre en nuestra cultura y sólo han sido rescatados de su letargo últimamente gracias al boom gastronómico. Sin ellos los comensales no conoceríamos el origen de nuestros platos desde sus más íntimas sensaciones: aromas, colores, sonidos, texturas y sabores.
Sin esos conocimientos que se transmiten de boca en boca, de mesa en mesa, los gastrónomos y conocedores no podrían mantener más una cocina de sabor nacional y la gastronomía peruana moriría. Por eso los guariques cumplen la importante misión, de ser el lugar en donde se populariza su preparación, consumo y difusión.
Guarikes de Lima Norte llega a sus manos con esta convicción, esperando colaborar con la difusión de la riqueza cultural y gastronómica de nuestro país, e impulsar de alguna manera la creciente actividad turística que se desarrolla a partir de ella.

EL EDITOR

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